Me subo al avión en Madrid destino Guayaquil preparada para pasar la noche en modo teletransporte, te duermes en un país y te despiertas en otro.
Me ha tocado pasillo, a mi lado en la ventanilla un chico de unos treinta y pico con pelo corto, moreno con mechas californianas (tipo surfero), camiseta de manga corta y tatuajes en su antebrazo izquierdo, me sonríe y su dentadura brilla limpia y ordenada tipo anuncio de colgate.
El comandante nos anuncia un pequeño retraso en la salida. Se acerca por el pasillo un amigo de mi compañero de asiento, le habla en portugués, entiendo que le dice que sobra un sitio a su lado, debe ser el único asiento que sobra, el avión va hasta arriba un 11 de junio.
Cuando se va el amigo le pregunto si son brasileños, me dice que portugueses, él es médico, de vacaciones a surfear. Le pregunto si va a Montañita y afirma sonriente. Le digo que voy a Olón, el pueblo de al lado.
Me ha tocado pasillo, a mi lado en la ventanilla un chico de unos treinta y pico con pelo corto, moreno con mechas californianas (tipo surfero), camiseta de manga corta y tatuajes en su antebrazo izquierdo, me sonríe y su dentadura brilla limpia y ordenada tipo anuncio de colgate.
El comandante nos anuncia un pequeño retraso en la salida. Se acerca por el pasillo un amigo de mi compañero de asiento, le habla en portugués, entiendo que le dice que sobra un sitio a su lado, debe ser el único asiento que sobra, el avión va hasta arriba un 11 de junio.
Cuando se va el amigo le pregunto si son brasileños, me dice que portugueses, él es médico, de vacaciones a surfear. Le pregunto si va a Montañita y afirma sonriente. Le digo que voy a Olón, el pueblo de al lado.
Le comento que tengo una amiga ya en Olón y las indicaciones que me ha dado para llegar son tomar un taxi desde el aeropuerto a la estación terrestre que cuesta 4 dólares (la moneda en Ecuador es directamente el dólar americano) y de allí un bus a Montañita - Olón que cuesta 6 dólares. Él me dice que ellos pretenden coger un taxi en el aeropuerto directos a Montañita, que les han dicho que es barato. Me da un ataque de tos, estoy un poco afónica y se me saltan las lágrimas del esfuerzo, le digo a mi compañero que no puedo hablar más.
El avión sigue sin moverse, se me calma la tos y pregunto al portugués si quiere levantarse a estirar las piernas, le dejo pasar y se va a ver a su amigo. Por fin nos ponemos en marcha y para mi alegría y comodidad ¡el portugués no regresa! así que tengo mini fila de 2 para mí solita para acurrucarme y pasar la noche (ventajas de ser chiquitita).
El vuelo llega a Guayaquil cuando todavía no ha amanecido, sobre las 4:45am. Me cambio al asiento de ventanilla para la aproximación al aeropueto y me llaman la atención la cantidad de luces amarillas alrededor, miles de luces amarillas: las casas, las calles, las farolas, todo iluminado pero es de noche aún. Ya estamos en el suelo y no he hecho foto desde el cielo ¡qué pena! porque las cosas que me impresionan me gusta fotografiarlas para poder explicarlas y acordarme de ellas, lo hago ya desde tierra pero imagina todas esas luces amarillas como un manto gigantesco ocupando todo tu campo visual, he visto muchas ciudades de noche y desde el aire pero ésta me llama la atención especialmente, muchas luces amarillas grandes, más que pequeñas y brillantes son puntos gordos y mates.
Por los pasillos del aeropuerto la escultura del mono machín me da la bienvenida ¡están como unas maracas!
Paso el control de pasaportes y en la zona de recogida de maletas me paro en el wc que está vacío y me lo tomo con calma, me lavo la cara, me cepillo los dientes, me peino... yo feliz sola en el wc que, además, está muy limpio ¡Craso error! cuando salgo se ha montado una cola enorme porque la gente ya ha recogido sus maletas y ahora tienen que pasarlas por el escáner. Sí, una vez recoges las maletas las pasas por un escáner de nuevo...
Paso el control de pasaportes y en la zona de recogida de maletas me paro en el wc que está vacío y me lo tomo con calma, me lavo la cara, me cepillo los dientes, me peino... yo feliz sola en el wc que, además, está muy limpio ¡Craso error! cuando salgo se ha montado una cola enorme porque la gente ya ha recogido sus maletas y ahora tienen que pasarlas por el escáner. Sí, una vez recoges las maletas las pasas por un escáner de nuevo...
Según lo planeado cojo un taxi a la estación terrestre y me cobran 4 dólares, el chófer me pregunta dónde voy y se ofrece a llevarme por ¡160 dólares! nada le digo que no, va rebajando el precio y finalmente me dice que al ser yo sola que entiende que sea caro pero que por 80 dólares me lleva, le agradezco el 'detalle' pero rehuso amablemente.
La estación terrestre es la estación de autobuses, grande, con tiendas y bares. Los autobuses que van a Montañita salen de la planta de arriba. Voy a la taquilla y compro mi billete a Olón (es el siguiente pueblo que hay pasado Montañita) pago 6 dólares, sale en 20 minutos. Hay un wifi gratis en la estación y logro conectarme. Me compro un vaso de frutas en una de las tienditas (lo típico para que te de diarrea nada más llegar, pero como llevo mis pastillas de carbón activado por si las moscas me arriesgo) Me tomo la fruta y no me da diarrea ¡voy pasando pantallas sin perder vidas!
Salgo a la zona de embarque, a los andenes, y ¡TACHÁN! el surfero portugués y su amigo esperando el bus. Nos saludamos, me presenta a su amigo y a otra chica que acaban de conocer que también va a Montañita, me dice que preguntaron el precio para ir en taxi y que les querían cobrar unos 100 dólares ya regateado al máximo, sonrío.
La estación terrestre es la estación de autobuses, grande, con tiendas y bares. Los autobuses que van a Montañita salen de la planta de arriba. Voy a la taquilla y compro mi billete a Olón (es el siguiente pueblo que hay pasado Montañita) pago 6 dólares, sale en 20 minutos. Hay un wifi gratis en la estación y logro conectarme. Me compro un vaso de frutas en una de las tienditas (lo típico para que te de diarrea nada más llegar, pero como llevo mis pastillas de carbón activado por si las moscas me arriesgo) Me tomo la fruta y no me da diarrea ¡voy pasando pantallas sin perder vidas!
Salgo a la zona de embarque, a los andenes, y ¡TACHÁN! el surfero portugués y su amigo esperando el bus. Nos saludamos, me presenta a su amigo y a otra chica que acaban de conocer que también va a Montañita, me dice que preguntaron el precio para ir en taxi y que les querían cobrar unos 100 dólares ya regateado al máximo, sonrío.
En el bus a Montañita hay wifi, dentro del bus, a veces se corta, pero funciona casi todo el rato, muy modernos aquí en Ecuador. Aviso a mi amiga Dilia de que ya estoy en camino.
Saliendo de Guayaquil un atasco monumental, hora punta. Con algo más de 3 millores de habitantes en la zona metropolitana Guayaquil es la ciudad más grande y con más densidad de población de Ecuador.
Me llaman la atención según vamos saliendo de la ciudad una especie de urbanizaciones o condominios de casitas adosadas que deben tener en el centro una plaza grande, son privadas, con una puerta tipo barrera con seguridad, son como las casitas del monopoli.
Vamos dejando atrás el núcleo urbano y en la carretera se ven vallas publicitarias. Una de ellas es como el toro de Osborne, el mismo, pero anuncia algo que se llama VITA TORO, parece una bebida, no me da tiempo a verlo muy bien, ni ha hacerle foto pero me propongo hacerla a la vuelta o buscarla en internet, porque es buenísimo, me da la risa. Uno siempre va buscando señas de identidad allá donde va y nos fijamos en aquello que nos resulta familiar. Cuando han venido amigas colombianas a Tenerife lo que más les gusta es aquello que les recuerda a su tierra, la subida al Teide tiene zonas que les recuerdan a su país; un amigo surfero peruano vino hace poco y le encantó la parte de Anaga: le recuerda a la zona de Cuzco, un paraíso para él, que nos contaba que tienen el dicho: 'a Cuzco solo le falta el mar', y Anaga tiene unas playas preciosas y surferas.
Saliendo de Guayaquil un atasco monumental, hora punta. Con algo más de 3 millores de habitantes en la zona metropolitana Guayaquil es la ciudad más grande y con más densidad de población de Ecuador.
Me llaman la atención según vamos saliendo de la ciudad una especie de urbanizaciones o condominios de casitas adosadas que deben tener en el centro una plaza grande, son privadas, con una puerta tipo barrera con seguridad, son como las casitas del monopoli.
Vamos dejando atrás el núcleo urbano y en la carretera se ven vallas publicitarias. Una de ellas es como el toro de Osborne, el mismo, pero anuncia algo que se llama VITA TORO, parece una bebida, no me da tiempo a verlo muy bien, ni ha hacerle foto pero me propongo hacerla a la vuelta o buscarla en internet, porque es buenísimo, me da la risa. Uno siempre va buscando señas de identidad allá donde va y nos fijamos en aquello que nos resulta familiar. Cuando han venido amigas colombianas a Tenerife lo que más les gusta es aquello que les recuerda a su tierra, la subida al Teide tiene zonas que les recuerdan a su país; un amigo surfero peruano vino hace poco y le encantó la parte de Anaga: le recuerda a la zona de Cuzco, un paraíso para él, que nos contaba que tienen el dicho: 'a Cuzco solo le falta el mar', y Anaga tiene unas playas preciosas y surferas.
Ya dejamos la ciudad y vamos pasando por zonas menos pobladas, hasta llegar a la zona de la costa en la que empezamos a ver pueblos uno detrás de otro. En el muro de una finca hay una pintada enorme que dice: VISITE MY BAR ON THE BEACH.
El bus tarda unas 3h y media en llegar a Montañita y aquí se bajan todos los extranjeros. Escribo un whatsapp a Dilia para decirle que voy por Montañita porque ella me va a salir a esperar a la carretera.
A Olón llegamos en un par de minutos y el bus me para justo donde está ella.
Ecuador 2: Olón
El bus tarda unas 3h y media en llegar a Montañita y aquí se bajan todos los extranjeros. Escribo un whatsapp a Dilia para decirle que voy por Montañita porque ella me va a salir a esperar a la carretera.
A Olón llegamos en un par de minutos y el bus me para justo donde está ella.
Ecuador 2: Olón