Uno se pone en la carretera general, en cualquier tramo, y cuando pasa un autobús levanta la mano y el bus para. Le dices que vas a Montañita (o donde vayas) al rato pasa el cobrador y le pagas 50 céntimos. Llegando a tu destino le indicas dónde quieres que te pare.
Hemos traído a la perrita de paseo, la pobre al principio no quiere subir al bus pero cuando ve que nosotras lo hacemos se sube rápidamente. Dilia mete la tabla de surf en el maletero antes de subir.
Montañita está a 3km al norte de Olón. Es el siguiente pueblo de la costa. Nos bajamos a la entrada según llegamos. Caminamos una calle y llegamos a la súper playa, como la de Olón pero llena de chiringuitos surferos y con música tecno casi las 24h (too much)
Paramos en un bar a saludar a un amigo de Dilia y ella aprovecha para preguntarle si quiere quedarse con la perrita pero el dueño del bar nos dice que ya tiene 2 perros grandes y que no quiere otro. En Olón ya hay una chica que nos ha dicho que se la queda pero si encontramos otra alternativa le quitamos el 'marrón'. Al llegar al puesto de las tablas de surf en la playa la perrita se suelta de la mano de Dilia y sale corriendo hacia uno de los chiringuitos, y allí vemos que se pone a saludar como loca al camarero, y éste le quita la correa y juega con ella. Nos acercamos y resulta que la perrita se les había escapado hacía 1 semana y la dueña del chiringuito vivió unos meses en Olón en la misma urbanización donde estamos nosotras, por eso la perrita, desorientada, llegó a Olón, en un estado lamentable, y se refugió debajo de la que había sido su casa ¡qué emoción! Todos contentísimos con el reencuentro así que mientras Dilia coge unas olas yo celebro el reencuentro de la perra cerveza en mano, gentileza de la dueña. No dejo de mirar a los pájaros, hay muchísimos, grabo a un pájaro haciendo una toma perfecta en la playa a ritmo de música tecno.
Me sigue embelesando el vuelo de los pájaros:
Vamos caminando al pueblo, es marzo y está empezando el invierno, temporada baja, ya han pasado los meses fuertes, es como nuestro septiembre/octubre y se ve el típico pueblo de marcha de la costa, la calle principal llena de sitios para tomar copas, puestos de ceviche, los bares con carteles tipo: esta noche guerra de camisetas mojadas, las 50 primeras chicas gratis.... las calles están como pegajosas, como las discotecas al amanecer...
La plaza con la iglesia que no falte:
Carteles para sacar a los güiris a ver mantarayas:
En el campo de fútbol me llama la atención un cartel verde con una S grande blanca, ya lo he visto antes: ZONA SEGURA EN CASO DE SISMOS, la vimos en Cuzco en varios sitios.
Es un pueblo muy turístico que se pone 'a reventar' en verano, hay muchos hostales.
Y su paseo marítimo.
Sus carteles ecológicos, grafiti de 'Mingas por el mar' incluído:
Sus corazones en la playa:
Sus vendedores ambulantes:
Hemos traído a la perrita de paseo, la pobre al principio no quiere subir al bus pero cuando ve que nosotras lo hacemos se sube rápidamente. Dilia mete la tabla de surf en el maletero antes de subir.
Montañita está a 3km al norte de Olón. Es el siguiente pueblo de la costa. Nos bajamos a la entrada según llegamos. Caminamos una calle y llegamos a la súper playa, como la de Olón pero llena de chiringuitos surferos y con música tecno casi las 24h (too much)
Paramos en un bar a saludar a un amigo de Dilia y ella aprovecha para preguntarle si quiere quedarse con la perrita pero el dueño del bar nos dice que ya tiene 2 perros grandes y que no quiere otro. En Olón ya hay una chica que nos ha dicho que se la queda pero si encontramos otra alternativa le quitamos el 'marrón'. Al llegar al puesto de las tablas de surf en la playa la perrita se suelta de la mano de Dilia y sale corriendo hacia uno de los chiringuitos, y allí vemos que se pone a saludar como loca al camarero, y éste le quita la correa y juega con ella. Nos acercamos y resulta que la perrita se les había escapado hacía 1 semana y la dueña del chiringuito vivió unos meses en Olón en la misma urbanización donde estamos nosotras, por eso la perrita, desorientada, llegó a Olón, en un estado lamentable, y se refugió debajo de la que había sido su casa ¡qué emoción! Todos contentísimos con el reencuentro así que mientras Dilia coge unas olas yo celebro el reencuentro de la perra cerveza en mano, gentileza de la dueña. No dejo de mirar a los pájaros, hay muchísimos, grabo a un pájaro haciendo una toma perfecta en la playa a ritmo de música tecno.
Me sigue embelesando el vuelo de los pájaros:
Vamos caminando al pueblo, es marzo y está empezando el invierno, temporada baja, ya han pasado los meses fuertes, es como nuestro septiembre/octubre y se ve el típico pueblo de marcha de la costa, la calle principal llena de sitios para tomar copas, puestos de ceviche, los bares con carteles tipo: esta noche guerra de camisetas mojadas, las 50 primeras chicas gratis.... las calles están como pegajosas, como las discotecas al amanecer...
La plaza con la iglesia que no falte:
Carteles para sacar a los güiris a ver mantarayas:
En el campo de fútbol me llama la atención un cartel verde con una S grande blanca, ya lo he visto antes: ZONA SEGURA EN CASO DE SISMOS, la vimos en Cuzco en varios sitios.
Es un pueblo muy turístico que se pone 'a reventar' en verano, hay muchos hostales.
Y su paseo marítimo.
Sus carteles ecológicos, grafiti de 'Mingas por el mar' incluído:
Sus corazones en la playa:
Sus vendedores ambulantes:
Sus masajistas:
Sus atardeceres:
Sus taxis customizados:
Sus noches:
Sus noches:
Y sus ¡¡¡PLAGAS DE LANGOSTA!!! síiii, horrible, miles de ellas volando y chocándose contra tí como piedras, pero eso solo nos pasó una noche cuando fuimos a un hotel solitario iluminado en la cima de un acantilado, suenan a palomitas de maíz haciéndose, miles de ellas, se chocan contra tí, y contra todo, y contra el suelo, pero en cuanto dejamos el hotel y bajamos al pueblo ya no era plaga, solo alguna suelta que se te pegaba y al día siguiente se podían ver los restos de las langostas muertas en la playa...
En cualquier caso, muy recomendable la visita al Ecuador surfero: Montañita si quieres marcha y Olón si prefieres tranquilidad.
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