He pedido una caña mientras espero al cura sentada en una mesa. Entra una tenista con una minifalda muy corta y unas tetas muy grandes, me la quedo mirando, pide un whisky, se da la vuelta y me dice —¿Qué miras, zorra?.
Le sostengo la mirada y me río. Batman y spiderman se bajan de un coche, entran y piden una cerveza, se sientan detrás de mí, al pasar me dicen: ¡Anda, la zorra está aquí! No debería pero empieza a molestarme que me llamen zorra tantas veces. Por fín llega el cura, se sienta, deja encima de la mesa la biblia abierta y en el interior hay fotos del playboy, me mira y me dice: —¡Menuda zorra!.
¡No puedo más! me pongo de pie, desenvaino la espada y empiezo a hacer ZETAS en el aire, me recoloco el sombrero, miro a través del antifaz, saco un spray de purpurina y grafitteo una Z en el culo del cura, otra en las tetas de la tenista y otra en la barra del bar. Salgo algo a toda velocidad haciendo volar la capa para unirme a la cabalgata y oigo a mis espaldas: ¡Será hija de puta la zorra!
Foto: afuegolento.com