lunes, 31 de octubre de 2016

Liminal, espacio literario 'womanist', Oakland

Veo subir la calle a una chica de unos treinta y pocos, blanca, con gafitas, unos leggins y el ombligo al aire. Bueno, si ella va así por la calle y sola interpreto que no es para tanto lo que hablan del barrio, no debe ser tan peligroso. 

Me saluda con una gran sonrisa, entramos y me llega olor a gato, ya sabía que tiene 3 gatos, lo avisa en la web, a mí me encantan, así que perfecto, le pregunto si están operados, me dice que sí, de momento no se dejan ver.

La casa es una nave de techos altos, no tiene ventanas pero sí unas aberturas en la parte alta, lo que hace que entre mucha luz, tiene una habitación (la mía) con puerta y encima de ella una tronja donde duerme Gina. Del techo cuelgan unas cuerdas y es que ella hace espectáculos aéreos también. Todo es un espacio diáfano con unos sofás a los lados, unas sillas para los eventos y una mesa en la entrada a modo de recepción. Hay un pasillo largo que lleva al wc y a la cocina.

liminal, womanist and feminist writing space. oakland. california

El ‘reading’ (el evento de lectura) empieza a las 7pm, me sugiere que me de un paseo si me apetece, que nunca empieza puntual, y me anima a conocer el barrio, me dice que vaya hacia arriba, cruce la autopista por encima del puente y llegaré a una calle muy entretenida, que ese trayecto no tiene peligro, que las calles más peligrosas están hacia abajo.

Dejo maleta y cojo lo justo ¡aquí voy! andando por Oakland. Llego a la zona que me dice y es una calle con aparente vidilla, hay un sitio de ‘bagels’ con una cola tremenda así que entro en otro local de comida para llevar, pido una hamburguesa de pescado, sentados esperando su comida una pareja de aspecto peculiar. Son las 7pm cuando estoy recogiendo mi pedido, soy la última y el chino cerrando la puerta detrás de mí ¡vaya, llegué por los pelos!

Oakland

De vuelta me voy comiendo la hamburguesa, está buenísima, la verdad. Al llegar a Liminal la puerta está abierta y hay gente entrando, saludo a Gina y me siento en el sofá chaise-longe de leopardo, al lado de otra chica. Esperaba un evento de todo chicas al ser un sitio tan ‘feminist’ y ‘womanist’ pero veo con sorpresa que hay de todo.

liminal, womanist and feminist writing space. oakland. california

liminal, womanist and feminist writing space. oakland. california

Empieza el 'reading', Gina toma el micro, presenta el evento y a la primera escritora: una tal Chris que ha estudiado en mil escuelas y leído en otras tantas. Tiene una voz bonita, ella presenta su trabajo como ‘poemas arquetipos’ que no se muy bien a qué se refiere pero a mí no me suenan a poemas sino a textos. Después lee Rona, una chica original de China, es acupuntora y trabaja en el hospital. A continuación Isabel, que es profesora en la universidad, me gusta mucho su texto. Hay otra que lee y le acompaña un acordeonista, a otra le acompaña una flautista, cuando empieza a tocar la flauta me empieza a dar la risa, no se por qué, la escena, la situación, la que toca la flauta parece un paje, toca notas en general... pienso que menos mal que no conozco a nadie en la sala o nos hubiera dado un ataque de risa brutal, me tranquilizo y me contengo; lee un chico negro varios poemas, algunos bonitos pero de pronto se anima al ver tanta mujer y dice: voy a leer un último y es algo así como: me gustaría meterme dentro de tí y disfrutarte y no se cuántas cosas más… y pienso ¡vaya huevos! en un sitio tan feminista y womanista como éste y diciendo esas cursiladas y machadas porque el poema era más bien lo que a él le gustaría hacer (que me parece fenomenal) pero nada de ¿y qué le gustaría a ella? a ver que me parece muy bien pero que ¡ole sus huevos! pero bueno, todo fenomenal, él aprovecha y presenta un libro que ha publicado y todos tan contentos. Otra de las que lee es nosecuantísimas cosas, ha estudiado en nosecuantísimos sitios y sale en un programa de televisión, es jovencita y me parece altiva, no me gusta nada nada. A continuación hay un ‘open mic’ o micrófono abierto, para que quien quiera lea sus textos, sale una chica y lee uno cortito, después sale otra. Termina el ‘open mic’ y Gina presenta a Javier O Huerta, un mexicano graciosísimo, que ha escrito un guión para un corto o para teatro y lee los diálogos, es genial, los lee como los ha escrito, y los ha escrito en 'spanglish', a ratos frases en inglés pero muchas frases en español, es muy muy gracioso, le acompaña un flautista en la lectura, pero la historia es una tragicomedia, me gusta mucho mucho, va de una cajera en un supermercado que trabaja muy lenta, muy lenta, muy lenta, y cada vez trabaja más lenta, te puedes imaginar la cola de los clientes quejándose, pero es que ella luego da la explicación a su lentitidud y jo, te deja pensando, se acaba la comedia y empieza la tragedia, es muy bueno…. Acaba el reading, nos tomamos una copita de champán, felicito a Javier y se van todos. Me he quedado sorprendida de la variedad de personas que han venido, y todo el mundo respetando los textos y los puntos de vista de los demás, y algunos hasta machistas los he visto… muy buen enfoque el de Gina con este espacio ‘Liminal’. Mañana por la mañana es el taller de escritura. Los gatos se van dejando querer poco a poco.

liminal, womanist and feminist writing space. oakland. california

Cuando me levanto ya Gina está preparando café para el taller y dejando lista la sala. Sobre las 11h van llegando. Hoy somos todo chicas, Brenda se está sirviendo un ‘chupito’ y le digo que me ponga a mí otro. Gina lee un texto relacionado con la comida, nos recomienda el libro del que saca el texto: Purple Hibiscus, de Chimamanda Ngozi Adichie y nos invita a todas a que escribamos algo inspirado en la comida, nos dice que la comida es algo que a todos nos trae recuerdos o nos evoca imágenes y que en todas las culturas la comida es  muy significativa. ¡Me encantan los talleres de escritura! He hecho el curso de Creación Literaria en la Escuela Literaria de Tenerife, el de Liberación y varios talleres en el mismo centro y me he ‘enganchado’ a la escritura, la verdad. Me centro en mi texto, es la primera vez que escribo directamente en inglés un texto de este tipo.

liminal, womanist and feminist writing space. oakland. california

Pasados 15’ Gina nos anima a que los leamos, las que queramos, primero lee una chica que lo enfoca alrededor de la siembra de algunos alimentos en el pueblo de sus abuelos, lo deja a medias, como para continuarlo en algún momento, ahora leo yo, primero me disculpo si hay algo que no se entiende o está mal expresado puesto que el inglés no es mi lengua materna, mi texto es éste: Food. Voy leyendo y antes de llegar al último párrafo noto el ambiente desinquieto como pensando ¿y qué me quieres decir con ésto? pero cuando leo el último párrafo dejo de escuchar las respiraciones y los movimientos a mi alrededor y cuando acabo me dicen que les ha gustado mucho, que se entiende perfectamente y que entienden el punto. Me tomo otro chupito. Cada una ha traído algo, así que al terminar el taller picamos, más tarde algunas se van y me quedo hablando con Brenda, es una señora de unos sesenta años, divorciada, con una hija, tiene un doctorado en Standford pero nunca llegó a trabajar. Me deja su tarjeta y nos intercambiamos los correos, parece una mujer muy interesante. Se van todas, aquí se despiden con un abrazo y Gina me recomienda un restaurante  Vietnamita en la manzana de abajo para comer.

Son las 3.30pm, salgo para el vietnamita, la calle bastante vacía y oigo pasar un coche chirriando ruedas, en la acera de enfrente un grupo de negros apoyados en un coche destartalado, con pañuelos en la cabeza, cerveza en mano y hablando a voces entre ellos, paso de largo, intentando ser lo más invisible posible. Al llegar al vietnamita ¡cerrado! dentro unas chicas me dicen que abren a las 5pm ¡mierda! para arriba otra vez, ya los negros escandalosos se han ido. Paso por la puerta del mexicano del primer día y asomo la cabeza para decir hola.

Enseguida se hacen las 5 y bajo a comer, todo buenísimo, paseo hacia la ‘zona segura’ y me quedo después en casa hasta que me recoge Maude a las 9pm para ir al cumpleaños de Bryan. Nos lo pasamos fenomenal, re-conectamos después de habernos visto en Bali en julio durante las semanas del Festival de Internacional de Body Music (IBMF en inglés) y que en el que ella trabajó como coordinadora de eventos (ver diario de Bali) Después de la fiesta me deja en casa y quedamos en que me recoge mañana domingo para desayunar y luego me lleva a Hayward, al Starbucks café, donde he quedado con Maribel para ir al festival de música latina de San Mateo.

El domingo tomo el Brunch con Maude y al ir al wc me encuentro el ‘Moulin Rouge’ pintado, como si las paredes supieran que en octubre vamos a ir a París al IBMF (International Body Music Festival) ¡llamo a Maude emocionada y le hago una foto! es como si los lugares que uno visita supieran lo que uno tiene previsto y le hicieran un guiño en plan ¡sé lo que vas a hacer en octubre! 

Oakland


Oakland

Le pregunto si es tan peligroso Oakland y me dice que depende de las zonas, que de pronto una calle es muy tranquila y 2 manzanas para allá es muy peligrosa. Durante el brunch hablamos de la comida y ella me cuenta que cuando fue a Italia todo el mundo se comía todo en los platos y a ella le parecía que era una maleducada si se dejaba algo ¡qué casualidad! en el coche de camino a Hayward le leo el texto que he escrito ayer y que justo habla de eso, le gusta mucho. Llegamos a la vez que Maribel, hago cambio de coche y me voy con Maribel a San Mateo ¡al festival de salsa! divertidísimo.


Por la noche de vuelta cojo un uber desde el Starbucks de Hayward, como el otro día, llego a casa sobre las 10pm y Gina no está. Mañana salgo hacia el aeropuerto. Me voy a dormir. No la oigo llegar. Sobre las 3am me desvelo intranquila, creo que no ha venido todavía. Me duermo de nuevo preocupada.

Por la mañana los gatos me despiertan maullando, salgo de la habitación y llamo: —Gina! Gina no ha dormido en casa. ¿le habrá pasado algo? Los gatos maúllan porque tienen vacío el cuenco de comida, ahora sí que son cariñosos conmigo… Me ducho, recojo todo, son las 11am y tengo que dejar la casa porque si no no voy a llegar al aeropuerto, ¿dónde dejo la llave? tengo que cerrar. Gina no tiene whatsapp, le pongo un mensaje por aribnb y un sms, nada. Ya está, llamo a Brenda y le cuento, me dice que no me preocupe, que habrá pasado la noche con David, que salga, cierre y meta la llave por la cerradura, justo en este momento entran Gina, y el que debe ser David. Ay ¡menos mal! —Gina! Estaba preocupada. —Perdona, debí haberte avisado, gracias por preocuparte, si quieres te llevo al Bart. —¡Qué bien! Fenomenal, ¿qué es el Bart?. —El tren, y te lleva al aeropuerto de San Francisco.

De camino en el coche Gina me cuenta que un alquiler en la ‘Avenida Internacional’ cuesta $1.600  y que es el sitio de los peores de Oakland, que en una zona ya más o menos, por menos de $2.500 por una habitación no encuentras nada. Que Oakland se ha puesto de moda y está todo cada vez más caro.

El Bart es el ‘Bay Area Rapid Train’, te lleva a San Francisco y me dice la de información que en la estación ‘Balboa Park’ (lo pronuncia con acento en la primera a y hasta que no lo veo escrito no lo entiendo….) haga transbordo hacia el aeropuerto. Hace fresco. Llego fenomenal. Han sido unos días estupendos saboreando California y algunos de sus personajes. Me voy con ganas de volver, y con la sensación de que cuando vuelva me resultará todo muy familiar.

Oakland. BART.